3 abr 2011

"Todos reconocemos los síntomas de un infarto pero no de un ictus"

El doctor Manuel Maynar aboga por más educación para hacer frente a los accidentes cerebrovasculares, que en Canarias sufren 3.000 personas al año
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Los síntomas que acompañan a un infarto son reconocidos por todo el mundo casi de inmediato; sin embargo, los que acompañan a un accidente cerebrovascular (ACV) o ictus pasan desapercibidos casi para el 100% de la sociedad, una patología a la que están expuestas todas las personas si tenemos en cuenta que el deterioro vascular humano comienza con apenas seis meses de vida y que el 80% de los casos se deben, precisamente, a problemas vasculares como la isquemia y sólo un 15% a factores hemorrágicos por eso. "Necesitamos educar a la población para que aprenda a reconocer los síntomas de un ictus como hemos aprendido a reconocer los de un infarto" afirma el doctor Manuel Maynar, jefe del Servicio de Diagnóstico y Terapéutica Endoluminal/Endovascular y director del Instituto de Diagnóstico y Terapéutica Mínimamente Invasiva de Hospiten.


Para Maynar, los tratamientos son importantes, pero lo es aún más "conseguir aumentar el porcentaje de personas que sufren un ictus y que no presentan secuelas". De hecho, las cifras demuestran que de cada 100.000 personas que sufren un ictus, "el 25% muere, el 50% presenta secuelas y sólo un 25% no las sufre". En Canarias se diagnostican 3.000 casos nuevos cada año, siendo esta enfermedad la principal causa de muerte entre las mujeres y la segunda de discapacidad grave. Para conseguir que se incremente el número de personas que quedan sin secuelas tras un ictus es necesario estar atentos a varios síntomas. "Si a tu padre o quien sea de tu familia se le cae la cuchara o se queda sin visión momentáneamente, o durante unos segundos no puede hablar, o se cae, podríamos estar entonces ante los síntomas de un ictus", detalla Maynar. La respuesta antes estos síntomas es vital, "hay que salir corriendo al hospital donde serán los especialistas los que descarten o confirmen la presencia de una ACV y apliquen las medidas necesarias para que no queden secuelas".
"En la actualidad", añade, "existe una ‘ventana’ de tres a nueve horas en las que se puede frenar las consecuencias de esta patología". Pero para eso, insiste Maynar, "es necesario educación". El especialista pone un ejemplo muy gráfico acerca del desconocimiento que la sociedad tiene sobre su propia salud: "Para comprar un coche visitamos hasta cinco concesionarios distintos, comparamos precios y prestaciones y recurrimos a los consejos de los vendedores; sin embargo, en lo que a nuestra salud se refiere, delegamos en el sistema sanitario, un sistema que no atiende de manera individualizada". "Desde pequeños tenemos que saber, conocer, todo acerca de nuestra salud y tomar conciencia, sobre todo, porque la esperanza de vida está aumentando y el cuerpo se sigue deteriorando, un deterioro natural que las nuevas tecnologías pueden minimizar".


Prevención

La otra parte de la educación sanitaria está referida a la prevención, en este caso no por el reconocimiento de los síntomas, sino a través de revisiones una vez que se han superado la edad de 50 años. "Cuando uno cumple 50 años debe acudir a su médico de cabecera para ver cómo tiene sus carótidas, una prueba sencilla, mediante ultrasonidos, que nos permite conocer si se está gestando algún problema relacionado con el ictus". En caso de detectase un problema la oferta médica pasa por llevar a cabo una cirugía abierta o cerrada, "eso dependerá de la recomendación médica y de las preferencias del paciente" puntualiza Maynar.

Hospiten lleva años trabajando con cirugía mínimamente invasiva. En el caso de la estenosis carotídea, se puede recurrir al tratamiento endovascular con stent (pequeña prótesis tubular que se inserta en las paredes enfermas de las arterias para aumentar su calibre) de las lesiones de carótida y que presenta algunas ventajas respecto al tratamiento quirúrgico tradicional.


El doctor Maynar ha desarrollado una técnica propia que simplifica aún más el proceso. De forma que el stent se libera en el lugar de la lesión y se deja que este se vaya abriendo con el tiempo. En Hospiten se han tratado unos 300 pacientes con esta técnica.
Detalles del ictus

El 80% de los ictus se produce por motivos isquémicos. En esta patología la mejor forma de prevención es realizar una ecografía de las arterias carótidas donde se puede producir acumulación de grasa y colesterol en la pared de la arteria. Con el tiempo, esto produce un estrechamiento de la arteria provocando una disminución del flujo sanguíneo cerebral que pude generar un ictus. Las personas con mayor riesgo de padecer la estenosis carotídea son las mayores de 50 años, fumadores, diabéticos, personas obesas, hábitos sedentarios e hipertensos y/o con colesterol elevado. Si la falta de aporte sanguíneo dura más de tres a seis horas, el daño puede ser permanente. Esta enfermedad es la tercera causa de muerte en España y causa invalidez a miles de personas anualmente. Además, después de sufrir un ACV (accidente cerebrovascular), la posibilidad de que una persona presente un nuevo episodio en cinco años es aproximadamente del 25%.

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