15 jun 2023

UTILIZAMOS BIEN LOS 5 TIPOS DE PREGUNTAS

Al realizar las valoración en prehospitalaria tenemos marcado el nemotécnico A, B, C, D, E y al llegar a la E -Exposure una de las formas y/o acepciones es la de recabar información de cara a poder hacer una composición de lo que está ocurriendo como ¿Qué ocurre?, antecedentes previos, alergias, y así poder ofrecer una asistencia adecuada al afectado.

Por otro lado, tenemos que en ciertas ocasiones dentro del soporte emocional que ofrecemos al afectado podemos utilizar la pregunta como método para solicitar información.

Es un recurso comunicacional muy útil, que conviene conocer de cara a poder ofrecer una atención eficaz.

Se atribuye a Buda esta frase:

Existen cuatro maneras de responder preguntas. Cuáles son esas cuatro maneras?

Hay preguntas que deben ser contestadas en forma categórica [directamente si, no, esto, aquello...].

Hay preguntas que deben ser respondidas con una respuesta analítica (calificadora) [definiendo o redefiniendo los términos].

Hay respuestas que deben ser respondidas con una contra pregunta.

Y hay preguntas que no deben ser respondidas.

Estas son las cuatro formas de responder preguntas

fuente

Pero bien si según Buda existen cuatro formas de contestar a una pregunta, existen cinco clases para formular las preguntas:


Pregunta abierta:

No se pueden responder con un sí o un no, se apoyan en: ¿Qué le parece?, ¿Quién debe hacerlo?, ¿Cómo querría que se hiciera?, ¿Dónde debieran estar? 

Nos permiten averiguar que hay en la mente del afectado mientras organizamos nuestras propias ideas.

Útiles en situación donde queramos recabar información sobre sentimientos o emociones en pacientes emocionalmente inestables.

Preguntas reflexivas:

Similar al parafraseado requieren de una información previa, ofreciendo al afectado la oportunidad de reconsiderar los pensamientos expresados y las ideas que le llevan a dar esta respuesta. Algunos ejemplos serian: ¿Usted siente que el dolor?, ¿Le parece que..?, ¿Siente que?

Ayudan a aclarar y definir áreas de preocupación del afectado y/o sus allegados. Hay que controlar la entonación y evitar cualquier tono que pudiera delatar un juicio por su parte.


Útiles para conseguir la colaboración necesaria en aquellas situaciones en que por diferentes motivos el afectado y/o allegados nos perciben como efecto negativo. (Querían un médico a domicilio y hay que trasladarlos, es la tercera vez que me llevan y no arreglan nada) etc...


Preguntas directivas:

Se trata de dirigir al afectado mediante la interrogación hacia la decisión que usted crea conveniente:¡Cree usted que podría acompañarnos?, ¿Le parece que le traslademos en esta posición?, ¿cree que si hago…podrá usted?.

Útiles para generar confianza y conseguir una experiencia menos dolosa.

Preguntas de opción múltiple:

Son otra forma de pregunta directiva, se pueden utilizar para llevar al afectado a una zona de confort: ¿Le pongo la manta o no?, ¿le enciendo la luz a durante el traslado o prefiere que no? A todos nos gusta que nos dejen elegir. Genera un estado de confianza hacia el asistencial.


Generadora de confianza, percepción de  satisfacción por atención prestada.


Preguntas cerradas:

Suelen ser útiles con guion previo: ¿padece del corazón?  Si/No ¿Pulmones? Si/No, ¿Tensión alta? Si/No.

Peligrosas en otros contextos si se manejan con precipitación pueden ocasionar rechazo en el afectado por sentimiento de desatención.

Si la respuesta a una pregunta cerrada no es la esperada, nos deja con pocas o ninguna opción y hay que recomenzar el proceso: 

P- ¿Quiere usted acompañarnos al hospital?

-NO.

-Señor es necesario que usted nos acompañe por…..

Pienso que es bueno, que conozcamos los recursos a los que nos podemos acoger y que podamos utilizar de una forma responsable como parte de nuestra labor cotidiana, y echo de menos el trabajo de las habilidades en comunicación, cómo parte del proceso formativo de los TES.


¿Hay alguna que usted eche de menos?

¿La quiere compartir con nosotros?.


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