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La Simulación Clínica como metodología docente aplicada a la formación del Técnico/a en Emergencias Sanitarias (TES).
Una potente herramienta docente que mejora la supervivencia del paciente abordando la práctica clínica, realista
y segura de forma transversal.
Sobre el autor:
Alex Pérez Jiménez es Técnico en Emergencias Sanitarias y estudiante del ciclo formativo de grado superior de Integración Social (TIS). Instructor acreditado por el Consejo Catalán de Resucitación (CCR/ERC). Es Redactor de Contenidos del Área de Formación en Health Transportation Group y es TES en unidades del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) en Girona en Transport Sanitari de Catalunya (TSC). Profesor del Ciclo Formativo de Grado Medio (CFGM) TES en el instituto CEAC Formación Profesional de Barcelona. Colaborador en proyectos de docencia e innovación en el centro de simulación 4D Health de Igualada, Barcelona. Colaborador docente en el Máster en Atención Integral al Paciente de Alta Complejidad (MAIPAC) de la Universidad de Lleida (UdL). Es miembro de la Sociedad Catalana de Medicina de Urgencias y Emergencias (SoCMUE) y pertenece al grupo de trabajo SoCTES formando parte de la junta con la función de Vocal Territorial de Girona. Es asesor del Comité Científico del Congreso Multimodal de Técnicos Sanitarios organizado por la Secretaría Científica SECIENTEC y ponente en diferentes eventos del ámbito sanitario.
Introducción
El presente
artículo ha sido redactado en base a mi experiencia profesional, conocimiento
en el ámbito docente y asistencial,
junto a las aportaciones de diferentes perfiles expertos en la materia, con el objetivo de exponer la
importancia de la implementación de la simulación clínica como metodología docente en el ámbito
sanitario, concretamente aplicada a la formación del Técnico en Emergencias Sanitarias (TES).
Es indudable que
en el ámbito sanitario, sobretodo aquellas profesiones dedicadas a la medicina
de emergencias, los alumnos y
futuros profesionales, deben aprender y ser enseñados mediante las mejores metodologías y/o herramientas
docentes, basadas en la aplicación práctica de la teoría fundamentada y de esa forma facilitar la integración de
conocimientos para aumentar la calidad formativa percibida
y traducida en una mejor calidad
asistencial para los pacientes.
En ningún caso
se trata de una investigación científica. No obstante, la base de este artículo permitirá
su posterior investigación y de esa forma se podrá aportar
una evidencia científica.
En el apartado final se adjuntará información de interés científico que complementa el presente artículo.
¿Qué es la Simulación Clínica?
Es una herramienta docente que consiste en la recreación de escenarios y situaciones clínicas realistas en un entorno controlado y seguro, con el objetivo de poner en práctica las habilidades de los alumnos y perfeccionarlas antes de enfrentarse a situaciones reales con pacientes.
Antecedentes
El 29 de Octubre
del año 2007 nació la profesión del Técnico en Emergencias Sanitarias (TES) con estudios académicos reglados a través
de la creación de un ciclo formativo de grado medio (CFGM).
Inicialmente existía
la figura del Técnico en Transporte Sanitario
(TTS), un perfil que poco a poco
pasó de realizar funciones relacionadas directa y únicamente con la
conducción de vehículos sanitarios, a
adquirir nuevas competencias y habilidades en el marco de la asistencia
sanitaria en entorno extrahospitalario.
Gracias a la
creación de dicho perfil profesional y de la incorporación de una formación
sanitaria académica en su currículo
formativo, la calidad asistencial en entorno extrahospitalario dió un salto muy importante a favor de los pacientes
y de su pronóstico de supervivencia, fundamentalmente en patologías tiempodependientes, además de incorporar mejoras en
las condiciones socioeconómicas para
dichos profesionales. Con el paso del tiempo, esta figura ha ido cobrando
relevancia, reconocimiento y
autonomía competencial en los distintos Sistemas de Emergencias Médicas (SEM).
En la
actualidad, es la única profesión sanitaria reglada especializada en
emergencias sanitarias, algo por lo
que otras profesiones como Médicos/as y Enfermeros/as llevan años luchando.
Esto hace que los TES se conviertan
en uno de los ejes principales de la emergencia médica y por ello adquieran progresivamente nuevas
habilidades y roles en el ámbito asistencial, clínico, operativo e incluso
científico y docente.
La incorporación
de profesionales en activo al equipo docente del propio grado formativo, es un hecho diferencial y agradecido por parte
de los docentes de los centros educativos para acercar al alumnado a una realidad más ajustada, a
parte de desarrollar el programa formativo en base a experiencias profesionales reales, aumentan el grado de interés
del alumno, así como la calidad formativa percibida. En la actualidad el TES se encuentra en el 100% de los recursos
asistenciales que prestan cobertura
sanitaria en España y Cataluña, dichos recursos se distinguen según la existencia
de personal facultativo (enfermería y/o medicina), los llamados Soporte
Vital Avanzado (SVA) o las unidades
formadas por dos TES, los Soporte Vital Básico (SVB) y unidades de Transporte Sanitario No Urgente (TSNU).
En Cataluña
anualmente cerca del 80% de las asistencias sanitarias en entorno
extrahospitalario que precisan un
recurso de emergencias médicas (ambulancia), las realizan el transporte
sanitario urgente de Soporte Vital
Básico (SVB), hecho que realza el abasto asistencial de estos perfiles por todo el
territorio.
En cuanto a la Simulación Clínica,
ha sido utilizada en diferentes formas a lo largo de la historia de la medicina, pero su uso sistemático y
amplio en la educación médica comenzó a ganar popularidad en las
últimas décadas.
Los primeros simuladores médicos comenzaron a aparecer en la década de 1960. Estos simuladores eran en su mayoría modelos mecánicos simples que permitían a los estudiantes practicar habilidades básicas, como la intubación y la administración de medicamentos. Posteriormente, en la década de 1980, la tecnología informática comenzó a integrarse en los simuladores médicos. Se desarrollaron simuladores más sofisticados que incorporaban pantallas, gráficos y programas interactivos para simular casos clínicos. En 1990, gracias avance de la informática y la realidad virtual, los simuladores médicos se volvieron más realistas y se introdujeron entornos virtuales 3D. Estos simuladores permitían a los estudiantes practicar procedimientos complejos y tomar decisiones clínicas en un entorno seguro. Poco a poco el uso de la simulación clínica se expandió significativamente en la educación médica.
En el año 2000 se establecieron centros de simulación dedicados, donde se utilizaban maniquíes de paciente avanzados y se creaban escenarios de simulación realistas. Los estudiantes y profesionales de la salud podían practicar habilidades clínicas, trabajar en equipo y enfrentarse a situaciones médicas difíciles sin poner en peligro a los pacientes reales.
En la
actualidad, la simulación clínica se ha convertido en una herramienta valiosa
para mejorar la capacitación de los profesionales de la salud y
garantizar una atención
médica de alta calidad. A día de hoy continúa evolucionando con el
desarrollo de tecnologías como la realidad aumentada y la inteligencia artificial.
Inicialmente,
los estudiantes aprendían nuevos conocimientos y habilidades mediante los
llamados Role-Playing, otra herramienta didáctica, donde el alumno realizaba
una técnica o procedimiento concreto
con la ayuda de otro alumno o el profesor mediante la representación de un caso
breve. Sin embargo con la creación
del grado medio de TES, poco a poco se ha ido perfeccionando la metodología docente hasta aplicar la Simulación Clínica como metodología docente principal para el
aprendizaje efectivo del alumnado. Con el paso del tiempo se ha visto y
comprobado que el aprendizaje basado
en esta metodología mejora considerablemente el proceso de aprendizaje de los alumnos, que a su vez se traduce en una
mejor supervivencia de los pacientes que luego atienden los profesionales.
Esto se debe a qué antiguamente no se abordaba la formación de manera transversal, en ocasiones carecía de fundamentos clínicos, los casos eran poco realistas y se enseñaban conocimientos y técnicas a los alumnos, pero estos no estaban enfocados en la mejora de la supervivencia del paciente, con lo cual, el alumnado finalizaba su etapa académica con una importante carencia formativa.
Riesgos previos al uso de la Simulación Clínica:
-Retraso en la activación de recursos adecuados
para la asistencia sanitaria.
-Carencia importante en el liderazgo
de las actuaciones.
- Pocas habilidades comunicativas.
-Transferencia de información corta o inadecuada a la central de coordinación sanitaria, unidades de soporte vital avanzado o al personal facultativo del triaje hospitalario (área de urgencias).
- Errores en la movilización e inmovilización de pacientes.
-Poca práctica en el trabajo
en equipo y en el uso de material sanitario.
-Difícil manejo del paciente crítico.
Todos estos
factores contribuyen un alto riesgo de someter a los profesionales a altos
niveles de estrés, ansiedad y
preocupación, que a su vez, les puede llevar a cometer errores graves en la práctica clínica, causando posibles daños
irreversibles a los pacientes, derivados de una actuación tardía o inadecuada. El conjunto de
dichas carencias formativas repercute directamente en la supervivencia y
calidad de vida de los pacientes.
¿Qué mejoras aporta la Simulación Clínica?
1. En primer lugar los casos se desarrollan siempre en un entorno controlado y seguro para
el paciente (actor) y los alumnos.
2. Permite averiguar cuál es el esquema mental de los alumnos o profesionales y de esa forma abordar los aspectos de mejora.
3. Crea un
espacio de reflexión (Debriefing) seguro
y respetuoso posterior a la recreación del
caso, donde los actores y observadores aprenden mediante la exposición, en
conjunto, de todos los aspectos a
mejorar. Es un espacio donde se promueve la crítica constructiva y el aprendizaje basado en el trabajo en equipo
mediante una conducta cooperativa con la ayuda
de los facilitadores
(docentes).
4. Permite entrenar cualquier técnica
o procedimiento de
forma segura.
5. El aumento considerable del realismo clínico, permite al alumnado una actuación mucho más cercana
a la realidad y por lo
tanto a una mejor experiencia académica.
6. Los estudiantes pueden aprender a realizar procedimientos, a tomar decisiones clínicas, a trabajar en equipo y a comunicarse efectivamente con los pacientes y el personal sanitario.
7. Contribuye a mejorar la seguridad del paciente, ya que
los estudiantes pueden practicar situaciones complejas sin poner en riesgo
la salud del paciente
real.
8. Permite el aprendizaje y perfeccionamiento de las habilidades técnicas y no técnicas de
los profesionales.
9. Mejora la práctica en la transferencia reglada de información clínica relevante del paciente.
Actualidad:
A día de hoy existen ciertos organismos e
instituciones que apoyan y fomentan dicha metodología docente, entre los cuales se encuentran numerosos centros
educativos de formación profesional (FP) de
grado medio y superior (públicos y privados), universidades, centros de
simulación propios y empresas dedicadas a la formación
sanitaria.
La simulación
clínica se puede llevar a cabo de diferentes formas, desde simuladores de
pacientes hasta escenarios virtuales.
Los simuladores de pacientes pueden ser maniquíes de alta fidelidad que permiten la simulación de situaciones
clínicas complejas y que responden a los tratamientos que los estudiantes aplican en tiempo real.
También pueden ser simuladores de pacientes virtuales, que permiten a los estudiantes interactuar con
situaciones clínicas mediante herramientas informáticas y en línea. Dichos
simuladores son los más utilizados por parte de los centros
educativos y empresas.
No obstante existen
programas de formación universitarios, que imparten la docencia usando la Simulación
Clínica Inmersiva en centros de simulación avanzados innovadores en el
ámbito docente y profesional. Como es
el caso del centro 4D Health, ubicado en Igualada, Cataluña donde tengo el privilegio de formar parte como
colaborador docente en sus proyectos de docencia e innovación y ampliar
mis conocimientos en este ámbito.
Este centro es
un hospital entero reformado, adaptado y equipado tecnológicamente para la recreación de casos clínicos dotados de un realismo de alta fidelidad.
El máster en
Atención Integral al Paciente de Alta Complejidad (MAIPAC), liderado
por el Sr. Angel Bueno, es un claro
ejemplo de que la Simulación Clínica se
puede llevar al siguiente nivel junto
a 4D Health.
En este programa formativo, el alumnado pone en práctica las habilidades técnicas y no técnicas mediante clases
teóricas, talleres específicos de baja complejidad, simulación clínica de alta complejidad (recreación de
casos reales) y simulación clínica immersiva, donde en esta última, el hospital repleto de cámaras 4k se llena de
actores/actrices y se llevan a cabo eventos clínicos
donde lo único que no es real, es el enfermo/a. En este hospital de simulación,
el alumnado tiene a disposición todo
tipo de instrumental sanitario/médico y trabaja en espacios sanitarios reales, como pueden ser, el área de urgencias,
consultas médicas, box de críticos, unidad de cuidados intensivos (UCI), quirófanos...
El objetivo de la simulación immersiva, es que el alumnado integre el trabajo en equipo de forma transversal, teniendo en cuenta todas las categorías y especialidades sanitarias intervinientes en la atención de un paciente crítico de alta complejidad, desde la asistencia y primera valoración del paciente crítico en entorno extrahospitalario, pasando por la recepción del mismo en el box de emergencias del hospital, estabilización rápida realizando una valoración primaria y secundaria, y finalmente trasladando el paciente a la UCI para acabar de abordarlo.
Cabe destacar
que a día de hoy no existe ningún otro centro formativo que use esta
metodología y en este tipo
de infraestructura docente-sanitaria.
La Simulación para profesionales en activo
Cabe destacar la
relevancia de su uso en la etapa académica de los profesionales sanitarios de
nueva incorporación,
indistintamente de su categoría o especialidad. No obstante, es igual o más
relevante que todos aquellos
profesionales en activo que tengan una relación directa o indirecta con la atención sanitaria, usen esta metodología
para perfeccionar sus habilidades técnicas y no técnicas. Debemos recordar que el ámbito sanitario
es dinámico, así como los pacientes y sus patologías, y este hecho repercute directamente en los protocolos de
actuación, técnicas, pruebas y tratamientos que
continuamente se ven modificados o readaptados para un correcto diagnóstico y
tratamiento de las patologías que
afectan a nuestros pacientes. Esto genera la necesidad indiscutible de
formación y actualización de los
conocimientos, habilidades técnicas y no técnicas de todos estos profesionales, de forma continuada y periódica, para
mantener y asegurar una buena calidad asistencial, y con ello una mejora en la
supervivencia de los pacientes.
Para motivar dicha necesidad en los profesionales, la formación debe ser:
•
Planteada mediante una metodología docente
adecuada como es la Simulación Clínica.
• Justificada. Permita la integración de nuevos conocimientos y/o técnicas (habilidades técnicas y no técnicas)
•
Mejore el trabajo
en equipo multidisciplinar
•
Atractiva
•
Accesible
•
De calidad
•
Equipo docente adecuado
y experto en la materia
•
Material académico necesario
adecuado
•
Aplicable a su área o ámbito de trabajo
•
Adecuada al perfil o categoría
profesional
Conclusiones
En resumen, la
simulación clínica se utiliza en una amplia variedad de campos y especialidades médicas, y su uso sigue creciendo en todo
el mundo. La evidencia científica sugiere que la simulación clínica, es una herramienta efectiva para mejorar la
formación de los profesionales de la salud,
y puede tener beneficios significativos en la seguridad del paciente, en su
supervivencia, disminuyendo los daños
psicofísicos, derivados de una situación traumática en los familiares de los pacientes, mejorando la competencia
clínica, la confianza y autoeficacia, la reducción de costos y la mejora
del trabajo en equipo.
Es por estos
motivos que entre todos/as, debemos extender y potenciar el uso y aplicabilidad
de esta potente herramienta
docente, que mejora considerablemente la experiencia académica en el ámbito sanitario
y la supervivencia del paciente.
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"LA SIMULACIÓN CLÍNICA, SALVA VIDAS"
Alex Pérez Jiménez
Artículo original publicado
en la plataforma de LinkedIn:
Nombre: alexperezj
Enlace del perfil: https://www.linkedin.com/in/alexperezj
Agradecimientos a:
El Sr. Angel Bueno es enfermero asistencial en la unidad de Paciente Crítico de Alta Complejidad (PCAC) del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) de Cataluña, Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Bellvitge de Barcelona, director del Máster en Atención Integral al Paciente Alta Complejidad (MAIPAC) de la Universidad de Lleida (UdL) y docente universitario en el grado de enfermería (UdL).
Muchas gracias por leer este artículo.
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