No hace mucho he tomado contacto vía Twitter desde mi cuenta @TESCANARIAS con un T.E.S. de mi isla llamado Carlos David Martínez Castro @casloscastro, tras interactuar sobre temas de emergencias, le propuse escribir un post sobre como llegó al sector de las Urgencias y Emergencias Extrahospitalarias y también estaba interesado en saber su experiencia como alumno del CFGM de Emergencias Sanitarias.
Los que me conocen saben que soy muy implicado en los asuntos de docencia de los nuevos T.E.S. es por ello por lo que agradezco a Carlos que me haya preparado el siguiente texto:
No sé cómo,
pero lo cierto es que hace ya varios años me desperté un día con “apetencia” de
un cambio de vida en lo laboral, después de muchos años en hostelería; y me
plantee entrar en este mundo de las emergencias (desde pequeño siempre salía
corriendo al balcón cada vez que pasaba un vehículo en prioritarios), me dije
“ayudar al que lo necesita, trabajo gratificante y que me llama mucho la
atención”.
Varios años de
intento de accesos al CFGM TES en Tenerife y a la tercera fue la vencida, no
sin antes haber tenido que hacer otro FP para lograr bastante nota de acceso y
entrar el último de lista de reserva.
Fuente |
“Mucho nivel” pensé
si yo entré el último con una nota media de 9… pero una vez dentro pude darme
cuenta de que la realidad iba a ser otra distinta en ese sentido.
Desgraciadamente los “afortunados” que lograron plaza la desaprovecharon desde
el primer día, muestra de ello es que sólo 8 de 25 que empezamos titulamos 2
años después. Personalmente, soy de los que piensan que debería valorarse de
otro modo el modo de acceso a esta enseñanza, pues es un mínimo porcentaje los
que entramos porque realmente nos gusta y queremos “mamar” de este mundillo.
La verdad que
“la cosa” por mi parte no pudo empezar mejor, hablando de modo irónico…. Llegar
tarde a la presentación y mirada fulminante de la que fuera mi tutora en primer
año. Por suerte, con el paso de los días no quedó más que en anécdota.
En lo
referente al profesorado, puedo decir haber tenido la gracia de haber caído en
manos de unos profesores como la copa de un pino, sabedores de lo que hablaban
y enseñaban, incluso por una parte con experiencia dentro de una ambulancia. No
puedo decir lo mismo en la relación que hubo entre alumnos; desde un primer día
nunca hubo compañerismo, y prueba de ello fueron los diferentes momentos de
tensión entre nosotros por miles de motivos diferentes, pero resumidos en la
falta de interés por el ciclo y la profesión o la falta de cierto nivel de
educación, valores y ética.
Momentos
buenos, desde luego, y con los que me quedo, que al fin y al cabo son los que
hace que valga la pena levantarse de la cama día a día.
Primero de
emergencias…. podría calificarlo como un buen modo para adquirir una buena base
de cara a subirse en una unidad básica a la hora de las prácticas;
personalmente echo de menos haber hecho más incidencia en aspectos que pudieran
haber reforzado mejor lo que se da en los temarios y no solo en aprender la
sistemática ABC y la escala cincinnati o la curva de drinker a la hora de una
PCR. Desde mi punto de vista se debería desde el primer año a enseñar a
identificar la sintomatología de las patologías predominantes en la población;
cosa que se da muy por encima en el segundo año.
Cierto es que
se dispuso de bastante tiempo para poner en práctica la atención básica a un
paciente, así como la movilización e inmovilización del paciente, nuevamente y
a causa del poco interés de muchos, tiempo que al final se hizo en cierto modo
corto. Nada que no fuera lo habitual en todos los módulos dados en primero.
En segundo
cambió un poco todo, los 8 que pasamos ya sabíamos a lo que estábamos en esas
sillas sentados, incluso nos sobro el tiempo para dar el temario programado.
¿Qué mejoraría? Que se imparta la materia de AEA por personal docente
capacitado y que conozca el trabajo en ambulancia y con un material didáctico
que no sea incongruente con la realidad ni entre en contradicciones; más de un
encontronazo hubo por problemas con el temario o las formas de dar las clases.
¿La parte buena? Menos estrés en clase, más tiempo para aprovechar las clases y
lo que llega a poder permitirse el lujo de hacer salidas no programadas, como a
la jornada de emergencias en la base de La Guancha. Cierto es que se hace
pesado al no tener casi ninguna práctica en 6 meses, pero se hizo muy llevadero
en el caso de Logística y Planes al haber tenido como profesora a una persona
que se ve sabe de lo que habla, facilitando el aprendizaje.
Carlos David de prácticas con un compañero |
Las prácticas
en las unidades SVB del 1-1-2 fue otro mundo, desde que te subes a una ambulancia
te das cuenta de que donde se aprende de verdad es ahí dentro; con pacientes de
verdad e identificando sintomatología real (todos sabemos que las risas en
prácticas durante el curso son habituales). Baño de realidad en el momento que
uno ve si lo que aprendió en clases le sirve para algo, si estuvo atento o no y
si de verdad uno está hecho para este mundo. Muy agradecido de haber estado
lado con lado con técnicos como Ale Medero y Campos, Marcos Álvarez y Lirio,
Virginia y Gabi, Cristina, José e Isabel, Maria y Toño, Sandra y Ruyman (nunca
pensé que cupiéramos tanta gente en tan poco espacio de un avión), Raquel y Yeray,
Carmelo y Yaiza, Walter y Cathaysa…
palabras de agradecimiento para todos y cada uno de los TES con los que pude
compartir más o menos tiempo, más o menos servicios. Profesionales como la copa
de un pino de los que poder aprender una infinidad de cosas y compartir
experiencias de sus años de ambulancia.
Fuente |
Son muchas
anécdotas, muchos servicios de los que poder quedarme con uno solo, todos y
cada uno de ellos me dieron algo que aprender, algo donde mejorar lo anterior y
algo donde darme cuenta de que no todo lo que se enseña en el ciclo es tan
estricto; pero algo si me quedo claro, la gran familia que es el mundo de las
emergencias, y que en la calle sin el eslabón anterior ni siguiente no somos
nada, FCSE, Policía Local, Bomberos, y como no, servicios de ambulancia (TES,
medicina y enfermería).
Entre siendo
un pollito sin plumas, y 3 meses después salí considerándome ser un técnico que
comienza su camino; donde no solo es sacarse el título de TES (como llegue a
oír “yo con sacar un 5 para tener título y poder entrar ya me basta), donde el
que no se preocupa de seguir formándose y acudiendo a jornadas pronto se va a
quedar a la cola, pues las cosas cambian para bien o para mal… pero cambian, y
hay que estar preparado para ese momento.
A día de hoy,
como todo TES al que le guste la acción, sigo esperando mi turno de llamada en
alguna de las empresas que tienen el servicio concertado del 112, pero ello no
quita que mientras haya podido seguir en contacto con una ambulancia de la mano
de varias empresas privadas y Cruz Roja. Es un mundo totalmente diferente el
estar cubriendo preventivos donde en el 99% de las ocasiones no pasa
absolutamente nada o el estar cubriendo las altas y servicios secundarios en
los hospitales de referencia de la isla de Tenerife; sí que es cierto que de
vez en cuando a uno el cuerpo le pide acción para no oxidarse y dejar en el
tintero todo lo olvidado. Seguiré esperando mi turno en las ambulancias del 1-1-2
con paciencia mientras tanto.
Son varias las
personas que me han mencionado la opción de la docencia, obtener el curso de
instructor de SVB y DESA y tener otra salida laboral más en este mundo; cosa
que veo con muy buenos ojos. Lo que me lleva a tener guardar ese dinero
necesario para el curso y posteriormente tratar de hacerme un huequito en esta
rama sanitaria de la docencia; y así poder aportar mi granito de arena en la
creación de la tan necesaria “cultura de emergencias” de la que la población
carece en estos momentos.
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