Una de las cosas que considero más gratificante en nuestro trabajo, es la oportunidad de estar en contactos con diferentes colectivos. Independientemente de la emergencia, debemos de reconsiderar el trato que dispensamos a los pacientes, esto forma parte de un aumento considerable de nuestra calidad asistencial y de cubrir las expectativas de los demandantes de nuestros servicios. Sobra decir la satisfacción personal y profesional del T.E.S.
Con esto no quiero decir que no tratemos bien a nuestros pacientes, sino que podemos mejorar aún más nuestro trabajo y relación con ellos; les dejo algunas pautas para diferentes colectivos
Discapacidad
Valora la actitud previa: evitar actitudes paternalistas e interpretar nuestra actuación como algo solidario, sin que se fije la atención exclusivamente en su discapacidad.
Desarrollar el sentido común: tener iniciativa y preguntar siempre si se quiere ayuda.
Mantener una actitud positiva: pensar que si bien estas personas pueden estar afectadas por alguna discapacidad que les limita ciertas funciones, el resto de capacidades están indemnes.
Evitar imponer nuestro criterio: impulsar su capacidad de toma de decisiones.
Evitar la sobreprotección.
Comportarse igual que con personas que no tienen discapacidad, teniendo en cuenta las necesidades especiales de cada colectivo.
Personas ciegas
Cada persona ciega es única.
La ceguera no supone otras deficiencias.
Preguntar antes de ofrecer ayuda.
Cuando se realice una acción, se explicará lo que se va a hacer y el procedimiento a seguir.
Debemos identificarnos antes de comenzar una conversación.
Se hablará en tono normal de voz.
No informar de lejos, salvo para evitar el peligro.
En el lenguaje hablado se evitarán expresiones como: aquí, allá…
Se utilizará delante-detrás, izquierda-derecha, siempre con referencia a la persona con problemas visuales.
No se evitarán palabras referentes a la visión. Suele ser frecuente su uso en personas que no ven.
Personas sordas
Recuerda que con frecuencia la persona sorda no conoce todos los giros de las frases y no reconoce todas las palabras.
No hablarle nunca sin que le pueda mirar.
Háblele cerca, de frente, a su altura y con el rostro visible.
Vocalice bien, pero sin exagerar, despacio y sin gritar.
No ponga nada delante de sus labios al hablarle.
Construya frases cortas, correctas y simples.
Si es necesario, ayude la comunicación con un gesto o una palabra escrita.
Niños
Asegúrate de que has captado su atención
Adapta tu lenguaje a la edad de los niños. No les hables nunca como si fueran bebés.
Explícale en qué les vas a ayudar y como.
A veces es fundamental no separarlo de la madre/padre para evitar la inseguridad y el llanto.
Si es posible, darles información de dónde y cuándo se reunirán con sus padres.
Tercera edad
Ten en cuenta sus problemas de movilidad, así como la posibilidad de que tengan problemas de visión, escucha o memoria.
Son muy sensibles al tono de voz.
Acertado repaso David, si me permites la aportación en el abordaje a los niños procuro ponerme a su altura a fin de no aumentar su ansiedad. Y con tu permiso lo comparto a las RRSS
ResponderEliminarGracias por tu comentario y observación, desde luego que el contacto visual juega un papel muy importante en la comunicación.
ResponderEliminarSobre todo con niños autistas (http://serviciodeterapiacognitivoconductual.blogspot.com.es/2010/08/control-del-contacto-visual-en-el-nino.html)