15 may 2013

Ahogados, Valoración, Soporte y Estabilización

 

Se acerca el buen tiempo, y con ello las visitas a playas,piscinas etc.. son más asiduas. El siguiente post es un simple recordatorio sobre las pautas a seguir en caso de asistir a víctimas en el medio acuático
El ahogamiento por asfixia o por inmersión,se produce porque un medio líquido obstruye el paso del aire al interior de las vías aéreas. Hay dos clases de ahogamientos:

· Ahogamiento seco: se produce un espasmo de la glotis por laringoespasmo, por lo que el agua no llega al interior del árbol bronquial; también se denomina ahogamiento blanco, por el aspecto pálido de la víctima.
· Ahogamiento húmedo: hay aspiración de líquido a los pulmones tras la fase inicial de laringoespasmo, por estímulos de la hipoxia y la hipercapnia en el centro respiratorio de la inspiración; se denomina ahogamiento azul y representa el auténtico cuadro de asfixia por inmersión

Por otro lado, según el medio en que se produzca, la inmersión puede ser por:
· Agua de mar: que es hipertónica, lo que provoca paso de líquido hacía los bronquios y los alvéolos, dificultando el intercambio gaseoso, llegando a la muerte por asfixia, hipoxia, acidosis y edema pulmonar.
· Agua dulce: es hipotónica, y pasa rápidamente desde el alvéolo al torrente circulatorio, produciendo hipervolemia y hemólisis, lo que ocasiona la muerte por fibrilación ventricular, hipoxia y edema pulmonar.
· Ahogamiento en piscinas: es igual al agua dulce, con el agravante del cloro que produce acción tóxica en la pared alveolar.
· Ahogamiento en aguas contaminadas: que presenta dos problemas añadidos; la contaminación bacteriana y la química.

En cualquier caso, el principal acontecido tras la inmersión es la hipoxemia arterial.

Inicialmente, tras la inmersión total en el agua, la víctima presa del pánico inhibe su respiración mientras lucha y se agita violentamente. La agitación poco a poco desaparece mientras pequeñas cantidades de aire salen de los pulmones y de la misma forma grandes cantidades de líquido son tragadas y aspiradas. Los vómitos están frecuentemente asociados en relación a la ingestión de gran cantidad de líquido. Finalmente desaparecen todos los reflejos de la vía aérea y el agua penetra pasivamente en la tráquea, sucumbiendo y produciéndose la parada cardíaca. Pero como anteriormente hemos descrito, existe el ahogamiento seco, en el que el laringoespasmo no permite la entrada de líquido y la muerte se produce por ausencia de ventilación e hipoxia.

En todos los ahogados se produce, en mayor o menor intensidad, un cierto grado de hipotermia, que en cierta forma protege al cerebro de la hipoxia.

En ocasiones, el traumatismo suele ser el acontecimiento principal que precipita la Inmersión; a menudo coexisten lesiones cervicales y torácicas, que no son advertidas y conducen a consecuencias desastrosas.
VALORACIÓN, SOPORTE Y ESTABILIZACIÓN:
· Sacar del medio acuático.
· Permeabilizar vía aérea.
· Iniciar ventilación/oxigenación.
· Si P.C.R, iniciar respiración cardiopulmonar.
· Monitorización E.C.G.(electrocardiográfica)
· Control segmento cervical
Cuidar la hipotermia.

Lo más importante es extraer a la víctima del lugar del ahogamiento e iniciar prontamente las medias de reanimación.

La asfixia es el primer determinante de la mortalidad tanto temprana como tardía. Por lo tanto, el primer objetivo en la resucitación es corregir la hipoxemia y establecer la circulación ya en el lugar del accidente.

Se deben iniciar las medidas tendentes a la ventilación pulmonar, mediante la respiración boca - boca o la administración de altas concentración de oxígeno, si de dispone de él, incluso en los pacientes conscientes y sin aparente dificultad respiratoria.

Si no se aprecia latido cardíaco o pulso carotídeo, se debe pasar a una reanimación cardiopulmonar básica completa.

Recordar que los vómitos pueden tener lugar en más del 50% de los ahogados durante la resucitación. Es primordial la adecuada limpieza de la vía aérea antes de proceder a la ventilación del manejo del paciente como si existiera lesión de la columna cervical.

También es muy importante tener en cuenta que en presencia de hipotermia, el tiempo convencional de límite de resucitación (30 minutos) debe ser ignorado hasta que la temperatura central supere los 30ºC. En niños los límites con respecto a la resucitación todavía son más prolongados. Las víctimas de ahogamiento que presentan hipotermia severa deben ser sometidos a una rápida y continuada reanimación hasta que se logre actividad cardiaca. La hipotermia hace extremadamente irritable el miocardio, por lo que es necesario en ocasiones, múltiples choques para revertir la fibrilación hasta que la temperatura alcance los 33-35ºC. Por otro lado, la monitorización eletrocardiográfica es necesaria durante el calentamiento.

Las maniobras para drenar el líquido de los pulmones son ineficaces y potencialmente peligrosas; deberán ser abandonadas porque pueden provocar el vómito o la aspiración.

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